O también preguntarnos sobre qué es mejor: ¿Apostar siempre a cuotas menores, es decir, 1,40 o hasta 1,20? O ir por valores más elevados. ¿1,50 quizás? O qué tal los que apuestan 1,80 y hasta pasan de los 2,00. Pues bien, de ese tema vamos a tratar en esta oportunidad.
Para que de una vez nos vayamos familiarizando, esto tiene que ver con el rendimiento en las apuestas, la importancia de tener paciencia y las ganancias netas. También aclaramos que apostar a cuotas pequeñas no es malo desde un punto de vista de los aciertos, pero si se quiere ser rentable en corto tiempo, este no es el camino.
Entonces arranquemos con los que apuestan con cuotas menores a los 1,50. Supongamos que en un día se hacen 6 apuestas y logró un porcentaje de rendimiento del 50%. Es decir, ganó 3 y las otras 3 se quedaron en rojo. ¿Ganó o perdió?
Apostando una unidad (stake plano) en cada una de las apuestas notemos que en total se invirtieron 6 unidades. Pongamos en dinero real: $60.000 pesos (cada apuesta por valor de 10 mil). Las tres apuestas que se perdieron son $30.000 menos del bank inicial.
Ahora, con las apuestas ganadas se lograron ganancias netas de $15.000 pesos. En consecuencia, el bank que quedó tras esa jornada fue de $45.000. Se perdieron 15.000 mil.
Cuando la cuota media sube…
Otro apostador hizo también 6 apuestas en un día, pero a una cuota de 1,90 en promedio. Con el mismo porcentaje de acierto que el caso anterior y el mismo dinero para cada una de las jugadas ($10.000).
Las 3 apuestas que perdió le dejaron $30.000 pesos, pero como ganó otras 3, cada una con cuota de 1,90, entonces las ganancias netas sumaron $27.000. Al final de la jornada su bank quedó con $3.000 menos.
Estos ejemplos son con una cantidad menor de apuestas. Si esta se convierte en una estrategia sostenible, digamos que por unos 2 meses y teniendo en cuenta que habrá buenas y malas rachas, es mucho más rentable ser un apostador a cuotas medias altas (sin exagerar), que insistir siempre por el camino de las cuotas pequeñas. Sí, se ganan fácil, pero la rentabilidad se logra haciendo muchísimas apuestas.
Ganar no lo es todo. Ni perder tampoco nos hace más malos. Todo al final nos lleva también al campo de la paciencia. Si quieren experimentar con cuotas “altas”, sepan que vendrán periodos de pérdidas, para los cuales nos tenemos que controlar tanto mental como económicamente. Por eso es bueno siempre en este caso no apostar más del 10% del bank.
Si se es un apostador que se involucra más con las pequeñas, tengan paciencia porque de la espera prudente, así como el mantenimiento de un porcentaje de acierto superior al 55%, se pueden ver ganancias.
Estrategias
De aquí se desprende un tema bien particular, que de verdad nos debería ocupar la atención a muchos: ¿Cómo puedo ser rentable apostando siempre al 1,80? Hay que diseñar un plan de apuestas, una guía de la cual nos volvamos fuertes con el paso del tiempo.
Por ejemplo, hay apostadores que gustan de apostar por el mercado de goles al over de 2,5. O también los que juegan mucho con las asiáticas, doble oportunidad. Ellos detectan aquellos equipos o torneros en los cuales se presenten tendencias interesantes con el mercado de apuestas al cual le apuntan para sus estrategias.
Como habrán leído ya, no es solo apostar por el placer de ganar o creer que esto es sencillo. Tampoco creer que se es muy malo cuando no se gana. Frustra, sí. Lo importante es tener presente que si queremos ver una buena oportunidad rentable en las apuestas hay que estudiar mucho, ser tolerantes con los fracasos y aguardar el momento indicado, sin declinar, para ver ganancias con la estrategia que ideemos.