Como en todo juego, ganar o perder es lo que vale. No hay reparos en el cómo, los métodos o la estrategia.
Y ese aspecto, en últimas, es decisivo. Si uno se deja llevar solo por el resultado, se olvida de algo importante, especial. De un asunto que nos salva de un fracaso sin contemplaciones. También, del riesgo a caer en ludopatía.
Miren: Esto es de pura estrategia. De táctica. Saber moverse, no dejarse llevar por la victoria, ni en las derrotas permitir la convulsión de emociones que nos tapan el horizonte.
Lo bueno de hacer pronósticos
Seguir el plan. Es la mejor forma de evitar apostar a la ligera, como lanzando monedas a ver qué resulta. Cuando uno pronóstica, analiza. Y si le toma gusto a esto procederá a investigar y revisar muchos aspectos. Documentarse, estudiar. Por ahí es la vía, no de una victoria garantizada, sino de ser un mejor apostador hasta entender que esto va a largo plazo.
Para Cifuentips es enriquecedor tomar el tiempo que amerita un análisis porque en ese momento resultan muchas opciones. Luego viene la dificultad de elegir el pronóstico. Gratificante, a más no poder, cuando se acierta y son muchos los que también, siguiendo la recomendación, se llevaron un buen verde a sus cuentas. Eso vale demasiado, se los digo de corazón.
Luego está ese bagaje en conocimientos que se va acumulando. La experiencia adquirida es un valor agregado importante con el paso del tiempo. De esas vivencias se nutren los pronósticos.
Dentro de las cosas buenas está el deseo de seguir explorando nuevas opciones. No quedarse con lo mismo. Así no lo comparta en Cifuentips, ya que no es prudente aún hacerlo, le he tomado un gusto a las apuestas deportivas con el baloncesto. Nunca pensé que lo haría, pero de alguna forma le he tomado aprecio, buscando estrategias y alguna posibilidad de ser rentable. Eso se lo agradezco a esta labor.
No voy a dejar de insistir. Siento afecto especial por el fútbol colombiano porque lo sigo y creo tener cierto nivel de conocimiento que me permite combinarlo con las apuestas deportivas. Pero no crean: Me encanta lo internacional; sin embargo, sacar pronósticos allí exige seguir muchos compromisos y estar pendiente de las competiciones. Cuando tengo tiempo, lo hago. Pero no es siempre. Prefiero dejar así para no salir con cualquier cosa.
Lo malo
A veces las personas no entienden y se enfadan. Insultan o creen que uno lanzó una mala recomendación porque quiso. O se van al primer rojo. Esa falta de tolerancia a veces incomoda, máxime cuando hago las cosas de buena manera, con la mejor de las voluntades y sin esperar nada a cambio.
El afán por ganar ya. La inmediatez y su forma de controlar las cosas a su acomodo. Esa sensación de éxito que de la nada trae seguidores, los mismos que se van como vinieron al primer tropiezo. De esos hay muchos y es triste.
Uno tiene que convivir también con las opiniones de los seguidores, pues de ustedes se aprende. Lo bueno y lo aburridor de una labor tan exigente que a mí, por ejemplo, me toma un par de horas sentado frente al PC, además del tiempo que se suelo dedicarle antes de la escritura, dibujando las probabilidades de sacar ventaja.
A veces les digo a las personas que la mejor ganancia se obtiene cuando es fruto del trabajo propio. No digo que seguir un pronóstico de alguien sea malo. Pero sí se siente mejor ganar, cuando esa recomendación es propia. No importa si la comparte o no. Seguir nuestras propias decisiones, cuando vienen de un ejercicio analítico, siempre será el mejor camino.